¿Nos vamos de ruta? Hoy visitamos... Extremadura

Descubriendo el encanto de la Serena

Una comarca rica en legado histórico, Naturaleza, y deliciosa gastronomía. La ganadería es la base de una tierra cautivadora que ofrece sus mejores exponentes para que sea recordada como un lugar lleno de magia.

El nombre de la serena proviene del término árabe Serna que significa llanura y extensión características del paisaje de la comarca. Los contrastes entre grandes pelillanuras de granito, cuarcita o pizarra, sobre las que escasamente nacen los pastos más apetecidos por el ganado, debido a la poca profundidad y fertilidad del suelo. Nacen los encinares en los montes bajos que en primavera y otoño se tornan multicolores. Este paisaje recibe el nombre de la Serena Esteparia, ecosistema que reune numerosas variedades de aves que pueden ser observadas prinicipalmente en otoño.

Accedemos a la comarca de La Serena a través de Villanueva de la Serena por la carretera Ex-104. Villanueva es una de las ciudades más desarrolladas a nivel industrial de la comarca, aunque ese dato no le hace olvidar su pasado como muestran la multitud de iglesias, La Capilla del Santo Sepulcro, conventos y casas señoriales, como la Casa de los Bolos o La Jabonera, que se pueden contemplar al pasear por sus calles.

Adentrándonos en la comarca por la misma vía llegamos a Campanario. El lunes de Pascua el pueblo al completo celebra la Romería de la virgen de Piedraescrita, Fiesta declarada de Interés Turístico Regional. Las carrozas que preparan con vistosos elementos demuestran la implicación de la población con sus tradiciones.

Seguimos en dirección sur para llegar al eje arqueológico formado por Quintana y Zalamea de la Serena. En ambas localidades se encuentran muestras de asentamientos tartesos, pre-romanos y romanos. Quintana de la Serenea revela su herencia pre-romana en la torre de Hijo Viejo. Además Quintana cuenta con una gran riqueza geológica gracias al yacimiento de granito. La variedad que de allí se obtiene le ha valido el reconocimiento de ser bautizar como Gris Quintana.
A su vez Zalamea conserva muestras de sus antepasados tartesos en el yacimiento de Cancho Roano. Es el conjunto tartésico mejor conservado en toda España.

Pero Zalamea cuenta además con un Dystilo, monumento fuenerario romano de 23 metros de altura,que le hace único en todo el país. La localidad es también conocida por ser el escenario que Calderón de la Barca eligió para situar la obra El Alcalde de Zalamea. En verano los habitantes se involucran en la representación del texto por las calles y plazas de la pueblo.

Marchando en dirección este hay que realizar parada obligatoria en Castuera. Importante foco industrial de la zona en la que se pueden degustar, como en toda la comarca, exquisitas tortas de queso. Sin embargo esta localidad se caracteriza especialmente por la fabricación de turrón. Castuera invita al viajero a caminar por sus tranquilas calles donde parece que el tiempo se ralentiza para disfrutar de los manjares que ofrece.

Desde Castuera, y continuando por la Ex-104, marchamos en dirección Cabeza del Buey. Durante el trayecto nos encontremos con pequeñas poblaciones llenas de magia que Benquerencia de la Serena, La Nava o Helechal atraen al visitante con sus sencillas y típicas calles, además de con la personalidad de los habitantes que acogen a todo el mundo que les visitan.

Y de esta manera la carretera nos conduce a Cabeza del buey. Esta es una pequeña localidad que vive del ganado y del cultivo del olivar, formando junto con Monterrubio y Benquerencia parte de la D.O Aceite de Monterrubio. En el pasado formó parte de las villas de la Real Dehesa de la Serena y de la Gran Orden de Alcántara, prueba de ello son los numerosos edificios religosos, Convento de las Religiosas Franciscanas, o construcciones civiles como el Castillo de Almorchón.
Próximo a Cabeza del Buey se encuentra Peñalsordo que también goza de fama por la atractiva fiesta de la Octava del Corpus. Además desde donde nos encontramos existe fácil acceso a los grandes embalses de la Serena, impresionantes obras de ingenieria que se mezclan con los extraordinarios parajes que los rodean.

La noche se acerca y la belleza del cielo en la Serena es digna de ser contemplada.