Después de la anulación de la sexta etapa del Dakar por condiciones meteorológicas, gran abundancia de nieve en el paso de San Francisco, y de la remontada de Al-Attiyah en la séptima etapa el español Nani Roma adelantaba al Hummer de Robby Gordon y terminaba la octava etapa en primera posición.
A pesar de la dureza, de la distancia, tan solo 5" separaron al segundo clasificado, Robby Gordon, del ganador del día, Nani Roma, que sumó su segundo triunfo de etapa, colocándose junto a Al-Attiyah como el piloto que más triunfos parciales ha obtenido en lo que llevamos de raid.
Los demás dejaron correr el cronómetro un poco más. Holowczyc, que perdía la segunda plaza de la general en favor de Gordon por un puñado de segundos, entró tercero a poco más de dos minutos del español, y con una ventaja de 3´34" sobre su compañero, y, sin embargo, máximo rival, Stéphane Peterhansel, que sigue apontronado en el liderato con un colchón de más de siete minutos de grosor...
El que, salvo hecatombe, puede ir desestimando la idea de poder echar el guante al francés es Al-Attiyah... Después de ganar en Copiapó, las turbulencias volvieron a afligir al catarí después de la jornada de descanso. Los problemas en su Hummer se reprodujeron y le hicieron ceder casi veinte minutos poco después de iniciar la etapa. Después intentó remontar con todas sus fuerzas, pero, por mucho que lo intentó, acabó dejándose ocho minutos en la meta de Antofagasta. Y ya tuvo que correr, ya...
Con Al-Attiyah a tres cuartos de hora del liderato, una vez celebradas siete etapas cronometradas, si Gordon no hace una machada digna de película de Hollywood el Dakar parece dispuesto a cumplir los designios que sitúan a un MINI como sucesor al trono. Y Peterhansel tiene ya el horno caliente para forjar su décima corona...
Fuente: Revista Scratch.
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